“Me estoy especializando en el desarrollo de pasarelas de pago que admitan moneda virtual”

 Emprendimiento y especialización en el desarrollo de pago con moneda virtual

En un espacio de coworking  que se precie, no puede faltar el coworker informático. Nuestro compañero desarrollador es José Álvaro, un auténtico especialista en macros de Excel y Access, centrado ahora en las posibilidades de las pasarelas de pago con moneda virtual (los famosos Bitcoin). Además de salvarnos la vida informáticamente hablando, Álvaro es el humorista oficial de Workcase, con un espíritu alegre que siempre se agradece. Hoy charlamos con él para que nos cuente qué le aporta a un informático el contacto con otros profesionales.

Álvaro, cuéntanos un poco cómo ha transcurrido tu trayectoria profesional. ¿En qué tipo de proyectos has participado?

Estudié la carrera de informática a finales del siglo pasado, y desde entonces he estado trabajando en muchos proyectos de análisis de datos, revisión de código, desarrollo de aplicaciones… Al principio, trabajaba para grandes compañías -como Iberdrola, Banco Santander o Medtronic- de sectores muy diversos. Estaba especializado en Excel y Access, y lo que hacía era necesario en empresas que tuviesen un backoffice potente con mucho personal tratando información. Con el paso del tiempo, fui cogiendo experiencia y empecé a realizar proyectos como autónomo, cada vez de mayor alcance.

También eres formador, ¿qué enseñas y a quién?

Imparto una formación muy específica dirigida a personal del sector financiero y auditores. Suelen ser cursos adaptados para las necesidades de una empresa en concreto, sobre el uso y aprovechamiento de Excel y Access, por ejemplo. Como acumulo ya tantos años de experiencia, intento trasladar a la formación mi orientación a la productividad.

Ahora estás especializándote en una nueva área: las monedas virtuales. ¿Qué ofreces en este ámbito?

Es un mundo que justo está empezando. Aunque nació hace 4 años en Estados Unidos, es ahora cuando se está acelerando su uso. En Madrid, hay un par de grupos que están trabajando en ello: la Fundación Bitcoin y la Asociación de Usuarios de Bitcoin. He realizado ya mis primeros proyectos relacionados con este mundo y me interesa bastante.

Básicamente, desarrollo pasarelas de pago. Ahora mismo, por ejemplo, estoy trabajando en un proyecto para que una tienda en la que actualmente se puede pagar con PayPal, tarjetas de crédito, etc., admita también moneda virtual. Yo hago el trabajo informático (programar) pero, como este mercado está tan en pañales, también me tengo que ocupar en muchos casos de explicar a la gente qué es esto de la moneda virtual y, sobre todo, de estar aprendiendo continuamente, porque es una tecnología que evoluciona muy rápido.

Antes de venirte a trabajar a Workcase, ¿trabajabas desde casa?

He ido intercalando proyectos en el cliente con períodos largos de trabajo en casa. Los primeros 10 años de mi carrera sí que trabajé más en oficinas, pero a partir de ahí empecé a trabajar cada vez más desde casa. Y con la complicación añadida de que muchos de mis clientes son empresas norteamericanas y australianas, con lo que tenía que adaptar a veces mi jornada a la diferencia horaria para poder realizar videoconferencias o resolver dudas en tiempo real.

Trabajar como autónomo realizando el tipo de proyectos que yo hago significa, por un lado, que te puede tocar estar trabajando un sábado hasta las cuatro de la mañana. Pero, por otro, también te da la libertad para ir un martes a las cuatro de la tarde a un seminario que te interesa, algo que un trabajo de oficina típico no te permite. Te puedes organizar mejor el tiempo, aunque debes ser disciplinado.

¿Por qué decidiste entonces venirte a un espacio de coworking? ¿Qué te ha aportado?

Realmente, mi madre me echó un día de la habitación (risas). Como mi trabajo es muy individual –la máquina y yo-, estar trabajando dentro de casa implicaba que al final pasaba muchas horas en solitario. Echaba de menos que hubiese gente a mi alrededor y, sobre todo, que fuese gente en mi situación, trabajando para clientes y enfrentándose a problemas parecidos.

Dado que suelo trabajar para grandes compañías, es muy difícil que me salga un proyecto de trabajo por estar en un espacio de coworking. Sin embargo, sí que hay pequeñas cosas en las que puedo ayudar y me ayudan. Para mí, la posibilidad más atractiva que me da Workcase, aparte de la relación humana con el resto de coworkers, es poder captar cómo están otros sectores, qué tendencias están surgiendo, qué demandan los clientes…