Cool Inquieto: el espíritu de Malasaña en un espacio de coworking

CoolinquietoEl mítico barrio de Malasaña, convertido hoy en la meca de la modernidad madrileña, acoge un espacio de coworking con personalidad propia y estilo inconfundible: Cool Inquieto. Uno de sus fundadores, Luis Ángel Serrano, nos ha contestado a algunas preguntas para descubrir este peculiar coworking, cuya estética está a caballo entre un estudio de arquitectura y una galería de arte.

Cool Inquieto (C/Loreto y Chicote, 2) abrió sus puertas en julio de 2014, después de que madurara la idea que surgió en un viaje de amigos. “Uno de los socios acababa de dejar su trabajo y se decidía a montar su propio estudio de interiorismo. Fue entonces cuando se planteó buscar un local más grande y compartir gastos con otros profesionales”, recuerda Luis. Al investigar las opciones que tenían, conocieron el mundo del coworking y se pusieron manos a la obra.

Ubicados en un barrio dinámico y abierto como Malasaña, “en el que tiene cabida casi todo y que siempre acoge y busca nuevas ideas”, no tardaron en llegar los primeros coworkers interesados en esta nueva forma colaborativa de trabajar. “Hay un alto número de vecinos que se dedican al diseño, la comunicación y las tendencias, y justamente es el perfil que atrae nuestro espacio”, explica el fundador de Cool Inquieto. Cuando le preguntamos por los rasgos característicos del espacio, nos destaca su cuidado diseño, la decoración con esculturas, la sencillez de líneas y las amplias zonas de trabajo. El área de recepción de clientes y presentación de trabajos es muy importante y valorado por los coworkers, ya que les ofrece un espacio agradable donde reunirse e impartir cursos. “Trabajar en Cool Inquieto es disfrutar de un ambiente desenfadado pero con estética formal, muy apropiada para diseñadores y para recibir clientes en un local con aspecto entre técnico y de galería de arte. Es notorio el buen ambiente de trabajo entre todos y el networking cuando alguien nos visita”, resume Luis.cooljpg

En estos dos años de recorrido, desde que entraron los primeros coworkers hasta hoy, han notado una clara evolución respecto a lo que buscan los usuarios, que cada vez tienen más claro qué es el coworking. “Predomina el uso del espacio para cursos y reuniones, aunque el perfil de nuestros usuarios es bastante estable”, destaca. Mirando al futuro, en Cool Inquieto tienen claro que el coworking es un producto en alza: “la crisis económica ha aumentado notablemente el número de profesionales autónomos trabajando desde casa. Solo hace falta que descubran las enormes ventajas económicas y profesionales que un coworking les ofrece”, concluye Luis.

Espacio COnvento: probablemente, el coworking más bonito de España

COnvento¿Te imaginas cómo sería ir a trabajar cada día con tu portátil a un antiguo convento del siglo XV? Situado en pleno casco histórico de Badajoz, el Espacio COnvento ofrece a sus coworkers una mezcla única de innovación, arte y cultura realmente inspiradora. El gestor de Workcase, Juan Luis Blanco, conoció a los responsables de COnvento en la conferencia nacional de coworking celebrada en Madrid en 2014. Aprovechando la amabilidad de Ángel Álvarez Taladriz, fundador y director de este espacio único, le hemos pedido que nos contestase algunas preguntas para conocer mejor este peculiar centro de coworking, en el que conviven la más absoluta vanguardia arquitectónica y tecnológica con un fabuloso legado del pasado.

Dado su emplazamiento tan especial, la primera pregunta era obligada: ¿cómo y por qué decide alguien abrir un coworking en un antiguo convento? Gracias a Ángel, hemos descubierto que la historia de COnvento es la de uno de esos sueños que consiguen hacerse reales. “En 2012, recién llegado de trabajar como consultor en Roma, di una conferencia en un congreso de Smart Cities en Badajoz, titulada ‘Creación de espacios inteligentes urbanos’ y basada en mis experiencias en Italia. Tuve la suerte de que los propietarios del Convento me abordaron al término de la charla para decirme que tenían un espacio y que les gustaría mucho que fuera a verlo. Así empezó todo: me enamoré del espacio a primera vista y se reinició la magnífica rehabilitación, a cargo de dos de los mejores arquitectos de Extremadura. Con el apoyo de Laura Gutiérrez Araujo, mi compañera de vida, y con la inversión de la propiedad y la nuestra, abrimos finalmente el espacio en abril de 2014. Casi no nos lo creíamos pero era real; acabábamos de abrir el que es probablemente uno de los espacios de coworking más bonitos de España”, explica Ángel.

Sus responsables hablan de COnvento como “un espacio para el encuentro, el intercambio y la inspiración”. Se trata, por tanto, de mucho más que un simple centro de coworking. Espacio COnvento acoge y organiza todo tipo de actividades empresariales, culturales, gastronómicas e incluso conciertos. Es un espacio único en Extremadura no solo por la arquitectura sino también por las personas que lo habitan y la cultura de colaboración que han creado. “De lo que más orgullosos estamos es de los valores que distinguen al espacio, como el compañerismo, la ayuda mutua o la innovación. Creemos en este lema: la vida se trata de las personas que conoces y de lo que creas con ellas”. Por ello, cada día tratan de crear una atmósfera basada en la disponibilidad y la sonrisa, “que haga que vayas al coworking con ganas de hacer algo transcendente para ti y para los demás”.

El modelo de coworking o trabajo colaborativo no era algo desconocido para Ángel, ya que fue incluso evangelizador del teletrabajo allá por los lejanos años 90, como vicepresidente de la asociación española que se creó para promover el trabajo en remoto. “En mi etapa romana, me junté con una pandilla de changemakers que estaban intentando abrir el primer HUB en Roma y les ayudé”, nos cuenta el fundador de COnvento. De aquellos contactos y amistades surgiría años después la motivación para crear en España un espacio innovador similar.

También le preguntamos a Ángel sobre la comunidad de coworkers y el tipo de profesionales que trabajan en el espacio. Junto a los perfiles más habituales que podemos encontrar en un coworking -como ingenieros, diseñadores, maestros, especialistas en internet, periodistas y fotógrafos-, por Espacio COnvento ha pasado incluso un payaso –“un payasólogo, para más señas”, como aclara Ángel- que utiliza técnicas de clown para hacer coaching de personas y equipos.

¿Conocías este espacio? Si vives en Badajoz, puede convertirse en la oficina que siempre soñaste. Puedes contactar con ellos en: info@espacioconvento.com

Abre el primer espacio de coworking en Palo Alto

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Hace unos días, la compañía alemana SAP, una de las más potentes de la industria tecnológica mundial, abrió el primer espacio de coworking en Palo Alto (California), meca de la innovación gracias en gran parte a su prestigiosa Universidad de Stanford. Este centro de coworking de 15.000 m2 está alojado en un espacio en el que también se puede degustar café Blue Bottle Coffee. Se llama HanaHaus y está ubicado en University Avenue, dentro del histórico Varsity Theater, reconvertido primero en una cadena de librerías y ahora en una gran cafetería-coworking.

Dirigido especialmente a la comunidad tecnológica de Silicon Valley, el nuevo centro de coworking pretende aprovechar la corriente de colaboración e intercambio de ideas que preside hoy los entornos empresariales para levantar un espacio creativo y único. De hecho, el talento por metro cuadrado que habrá allí reunido será, sin duda,  impresionante.

En cualquier caso, HanaHaus está abierto a cualquier persona, no solo a las startups más prometedoras del mundo online. Se pueden alquiler puestos de trabajo en la zona abierta y diáfana o reservar las salas de reuniones a puerta cerrada. Según han informado los propietarios, el precio es de 3 dólares por hora, y de 10 dólares por hora si se reserva un espacio para cuatro personas. También se puede alquilar una sala especial para grandes eventos, y los organizadores han anunciado que se desarrollarán con frecuencia talleres de diseño e innovación, sesiones prácticas, hackathons para desarrolladores y conciertos.

Quizás algún día podamos tomar un café en este singular espacio de coworking. Ganas no nos faltan.