“El inglés y el español son como dos sistemas operativos totalmente diferentes, no puedes aplicar el uno al otro”

Emprendimiento con nuestro coworker y profesor de inglés Simon Sternberg

No responde al perfil de coworker típico, pero este profesor de inglés ha encajado a la perfección en la comunidad Workcase. De madre irlandesa y padre australiano, Simon Sternberg nació en Leeds (Inglaterra) y lleva 13 años en España, después de dar todo tipo de cursos de inglés para hablantes no nativos en Inglaterra, Italia, Alemania y Austria. Hoy Simon nos cuenta cómo hablamos y pronunciamos el inglés los españoles, y qué le trajo hasta un espacio de coworking.

Hay muchos profesores de inglés, pero no abundan los que enseñan pronunciación ¿Por qué decidiste centrarte en este aspecto?

Desde que llegué a España en el año 2000, siempre pasaba lo mismo: aunque hablaban más o menos bien, a los alumnos españoles les costaba entender. Me decían que no entendían las canciones ni las películas, que tenían la sensación de que los nativos “se comían” un poco las palabras. Entonces pensé que había que enfrentarse a este problema, y fui a la Universidad de Londres a hacer un curso de fonética inglesa. Decidí abrir una academia de inglés pero enfocada a la pronunciación, para que la gente pudiera ir más a fondo, entender cómo funciona el inglés lingüísticamente.

El problema radica en que, en el español, se suele dar igual énfasis a todas las sílabas. El inglés, por el contrario, no es un idioma silábicamente acompasado como el español, sino acentualmente acompasado. Esto significa que no se pone el énfasis o acentuación en cada sílaba sino en la sílaba que tiene el significado (verbo, adjetivo, adverbio, sustantivo…) y no en otras como las preposiciones o los artículos, que no tienen importancia desde el punto de vista del significado. Estas sílabas de menor significado se pronuncian en inglés de manera débil.

Muchas clases de inglés se enfocan desde el punto de vista de “hablar, hablar y hablar” pero los alumnos siguen sin entender. Hay que hablar menos y familiarizarse más con cómo funciona el inglés. El inglés y el español son como dos sistemas operativos totalmente diferentes, como Mac y Windows, y no puedes aplicar el uno al otro.

¿Qué tipo de alumnos tienes? ¿Te necesitan para eventos puntuales o les das clases continuadas?

Un poco de todo. Empecé pensando que daría clase sobre todo a actores pero, dada la crisis en la industria del cine, no podía limitarme solo al sector de la interpretación, así que he diversificado y doy también clases a grupos de empresa (sobre todo de publicidad y marketing), a profesionales jóvenes que tienen que realizar muchas videoconferencias en inglés, etc.

Para los actores, sí que suelen ser clases puntuales e intensivas, cuando tienen algún casting o van a prepararse algún papel. Luego tengo otros alumnos médicos, directivos, etc., a los que doy clase de forma más continuada. Hace poco he empezado a dar clases a una profesora de inglés de Educación Infantil, a la que estoy ayudando a que los niños entiendan el inglés desde los primeros años, que es normalmente cuando surge el problema que luego se va arrastrando.

¿Por qué decidiste venir a trabajar a un espacio de coworking?

No podía dar clases en mi casa porque no es muy profesional, a no ser que tengas un espacio diferenciado. Tampoco quería abrir una academia por los gastos fijos que me supondría, sobre todo en la fase de arranque. Por eso, para minimizar un poco el riesgo, pensé en un espacio de coworking en el que pudiese trabajar, para preparar mis clases, y también recibir a mis alumnos. Workcase me pareció perfecto tanto por la sala en la que doy las clases como por ser un sitio tranquilo, en el que no hay mucho ruido y se trabaja muy bien.

En los meses que llevas en Workcase, ¿ha surgido alguna colaboración con otros coworkers?

Sí, ya he colaborado con varias personas. A veces, por ejemplo, necesito ayuda en temas informáticos y los chicos de Benuit me la han prestado a cambio de una clase de pronunciación personalizada. Con la empresa de eventos de Elena, Ache Azafatas, hemos hecho una promoción para que sus azafatas contestasen a un cuestionario sobre pronunciación en inglés y luego sorteamos una clase gratis para cinco de ellas. Con la productora audiovisual de Paola, Velay, vamos a grabar un vídeo de una clase. A Álvaro el programador, que iba a Inglaterra y quería practicar un poco, le di una clase y él me explicó Google Ads. Otros compañeros me han pasado contactos de gente interesada en mis clases… Realmente, es muy beneficioso pertenecer a una comunidad de coworking por muchos motivos.

¿Tienes algún proyecto entre manos para los próximos meses?

Estoy preparando un taller para grupos de actores que quieren trabajar en inglés, para lo que necesitan disponer de un monólogo o escena en inglés que puedan subir a su videobook. Con un grupo reducido de cuatro o cinco actores, vamos a preparar una obra teatral breve de un acto, trabajando los aspectos de la pronunciación y aplicándolos al texto. En cuanto lo tengamos dominado todo, la pronunciación y la propia actuación, haremos la grabación de la obra. Puede también que hagamos en Workcase una representación con los coworkers como público invitado.

Para terminar, ¿qué consejos básicos darías a los españoles para hablar y entender por fin el inglés?

Antes de nada, hay que saber algunas cosas fundamentales sobre la pronunciación del inglés. Cuando tienes ese conocimiento, ya puedes hacer cosas por tu cuenta como escuchar canciones o ver películas en versión original. Si no tienes esos conocimientos teóricos básicos, que no se explican en los colegios, no puedes avanzar. Por eso, mi consejo es que den por lo menos una sesión de pronunciación conmigo. Realmente, los españoles conocen la gramática inglesa casi mejor que los nativos. El vocabulario nuevo es algo que, inevitablemente, también vas adquiriendo. Pero la prioridad debe ser la pronunciación, y los libros de texto no suelen tener material específico bueno sobre este aspecto ni los profesores le dedican el suficiente tiempo. Habría que lograr un equilibrio entre las destrezas orales, escritas y gramaticales.